La frase de la semana
30 de octubre, 2005 por deakialli
El futuro del libro está asegurado por la perfección del objeto que hemos inventado. Es como la rueda o el cuchillo: durarán porque no pueden ser mejorados. Pero no hay que confundir los poderes de la tecnología con los del libro. Su futuro está asegurado, si sobrevivimos como raza humana.
Alberto Manguel, en una entrevista en El Cultural.
El futuro del libro asegurado; no así el del papel, que podrá sustituirse y así sí, mejorar el libro.
Crees que el papel desaparecerá, relegado por un mejor producto, como ocurrió con el papiro o el pergamino? Una desaparición total, TOTAL?
Será una desaparición total… pero gradual, tanto que no nos daremos cuenta.
Donde antes llevábamos un libro, o un conjunto de hojas que conformaban un libro, “ahora” llevaremos un… “algo” que en lugar de UN texto será la puerta a cualquier texto (a cualquier medio realmente)…quizás algo que Google haya digitalizado
Seguro que el libro no desaparecerá?
Yo no lo tengo tan claro, por lo menos el concepto de hojas encuadernadas con tapas. me parece certera de la visión del vorjales.net.
La cosas no son perfectas en sí, no tienen esa cualidad, esta característica se la ofrece la persona que las considera.
¿Ustedes podrían leer El Señor de los Anillos, entero, en una pantalla? La respuesta en sí, pero después no se quejen si tienen que ir al oculista jejeje
Los problemas de oculista se terminarón allá por los monitores de CRT….
Una noticia sobre por dónde podrían ir los tiros: http://www.elmundo.es/navegante/2003/05/08/laimagen/1052382874.html…y es de mayo del 2003 !!!
Perdón, la URL anterior no funciona, la buena es….
http://www.elmundo.es/navegante/2003/05/08/laimagen/1052382874.html
Gracias por el enlace, vorjales!
Y como decis los tres, yo creo que hoy por hoy no desaparecerá, pero tambien pienso que si en un futuro el libro tal y como lo entendemos hoy llega a convertirse en una reliquia, será porque por fin hemos conseguido dar algo mejor para sustituirlo.
Yo no podría leer El Señor de los Anillos ni siquiera en papel. Pero eso ya es cuestión de gusto.
El asunto de fondo dice mucho de la postura que asuma el observador. Para un lector tradicional, este no es momento de cambios. Seguirá comprando sus libros en una librería o tomándolos prestados en una biblioteca. Seguirá usando libros moleculares, de papel, algo tangible y portátil que pueda leerse en el baño.
Pero propongo este problema: localizar, en alguna de las 1.125 páginas de 2666, de Roberto Bolaño, la frase “Sin que supiera muy bien por qué, puesto que no creía en videntes, Sergio González buscó a Florita Almada en los estudios del Canal 7 de Hermosillo”. ¿Difícil? Reduzcamos el campo de juego a una cuarta parte de eso, y localicemos, en alguna de las 342 páginas de Delirio, de Laura Restrepo, la frase “metí las dos fotocopias entre un sobre junto con una respuesta negativa con respecto a mi colaboración en su autobiografía”.
La tendencia generalizada hacia la digitalización de la información tendrá una utilidad inestimable para el investigador. Tardará mucho antes de que se pueda plantear desprenderse del libro tradicional, pues aún es ínfimo el porcentaje de información digitalizada. Pero la información que ya está digitalizada es un apoyo. Imaginemos cómo estarán las cosas en diez años.
Esto, junto con el avance de la tecnología, terminará produciendo un artefacto híbrido entre nuestra idea tradicional del libro y lo que hemos aprendido a hacer con la informática. Un libro de ¿plasma? que no nos mandará directo al oculista y en el que podremos encontrar lo que necesitemos sin pasar toda la noche buscando entre sus páginas.
Mientras hayan lectores, habrán libros. Pero quizás el libro del futuro será hipertextual con miles de enlaces partiendo de sus páginas virtuales que serán “pasadas” dentro de aparatos especiales para contenerlos. Y así el lector no será un lector tradicional que lle de principio a fin, linealmente sino que dará saltos del texot principal a una referencia y vuelta atrás o quizás perennemente saltando de enlace a enlace. A lo mejor leer un libro en papel será cosa tan rara en el futuro como lo es hablar latín fluídamente hoy día.
El libro sólo desaparecerá si desaparece la burguesía y con ella todo el espíritu burgués.
Cuando ya no sea necesario, será un artículo de lujo, exquisito, pero imprescindible en todo hogar de clase media que aspire a la sociedad de bienestar.
Jorge es estupendo tu ejemplo que une las grandes posibilidades de los libros electrónico (recuperación de información al instante) con un formato libro usable y que tenga en cuenta el diseño emocional, propio del libro impreso.
Kira, sin duda, el futuro del libro está asegurado, pero estaremos hablando de una concepción de libro diferentes.
Paco, uno de los grandes problemas de la desaparición del libro impreso en pro del electrónico es, además de muchos otros, un asunto económico, ¿qué pasa con el tercer mundo si sólo podrán leer libros en un ordenador??
Gracias por vuestra visita.
Catuxa hija de mi vida, los del tercer mundo no leen libros, los queman para calentarse.
Vos estais en lo cierto, Mas computadores y menos arróz.