Fuera portátiles, Biblioteca = aula de estudio y museo de libros
12 de enero, 2007 por Catuxa
Lamentable, dicen que estamos ya en el s. XXI, y mientras los profesionales de la información y la documentación aprovechamos las bondades de la tecnología y las herramientas informáticas para ofrecer más y mejores servicios a nuestros usuarios, otros, que sólo pisan una biblioteca para subrayar libros y memorizar apuntes, abogan por hacer desaparecer, y prohibir, el uso de ordenadores en las bibliotecas:
[...] en mi nueva vuelta a la biblioteca, hay un aparato que creo que debería estar prohibido: el ordenador portátil. La primera palabra que asocias con biblioteca son libros. Creo que la segunda es silencio. Y qué le vas a decir a alguien que está usando un ordenador. Oye, perdona, ¿te importa teclear más flojito? No entiendo por qué la gente que tiene que hacer trabajos a ordenador, no se busca otro sitio para realizarlos.
[...] Creo que es una cuestión de respeto a los demás. Quiero creer que la gente que teclea sin parar en un sitio de estudio es porque no lo puede hacer en otra parte. Pero una biblioteca no es un lugar adecuado. Pidamos salas y edificios para que puedan hacer de la mecanografía un arte y no un suplicio.
Las progresistas ideas anteriores, son de una usuaria que confunde a las bibliotecas con las salas de estudio, o quien aun no se ha enterado de que libro y documento lo es también un archivo electrónico o una página web y que no tienen porque existir en las bibliotecas fisicamente. La usuaria tampoco sabe que la información, el saber y los documentos, navegan por la red y se deposita también en base de datos y repositorios digitales, para cuya consulta es imprescindible un dispositivo electrónico.
A la vista está que tampoco sabe (ni ella ni los muchos comentaristas que secundan sus ideas) que las bibliotecas no son templos de silencio para el estudio y memorización, sino que se trata de centros dinámicos de información en cualquier tipo de soporte, donde se organizan actividades, se imparten cursos y uno se orienta con el bibliotecario referencista.
Querida Laura Ruiz Vaquero el que quiera estudiar que se vaya a las salas de estudio, no a las bibliotecas, y puestos a seguir tus ideas, también deberían prohibir entrar a niños, ancianos y cualquiera que vaya con idea de asesorarse con el personal.
Nuestras bibliotecas y bibliotecarios luchando por la biblioteca 2.0, la instalación de puestos de consulta en red, wifi, blogs, … y algunos nos vienen con estas…
En vista a lo leído solo decir que me siento orgulloso de las bibliotecas publicas de Chile y haber trabajado en ellas por mas de tres años. Ya que a pesar de tener, en muchos casos carencias de tipo económico, tienen un espíritu totalmente opuesto al que nos presenta Catuxa. Los que quieran pueden visitar http://www.biblioredes.cl/bibliored/ y verán como las tecnologías, los cuenta cuentos, el teatro, talleres y los libros “conviven” sin problemas.
Gracias a Catuxa por alertarnos sobre estos “desnortados”. Totalmente de acuerdo contigo y tus planteamientos Catuxa; bueno, excepto en lo de que “el que quiera estudiar que se vaya a las salas de estudio”. No, por favor, que también vaya a una biblioteca y conviva con los del ordenador y que se interccambien el correo, y que se recomienden un libro que y queden para tomar una caña. Así intentamos que sea en el caso de las bibliotecas municipales de A Coruña las que, a diferencia de lo que dice el DRAE, en todos sus documentos siempren comienza por definirse como “UN LUGAR DE ENCUENTRO…”.
Hola, chicas!! Por lo visto en todas las casas se cuecen habas, y en la mía a calderadas…
No puedo hablar sobre la disyuntiva estudio-sala de computadoras, pero sobre el abismo, o casi, entre biblioteca-claustro y bibioteca-taller, sí.
En algunas, sobre todo donde las posibilidades no dan para grandes ambientes separados, se ha concluido por distribuir los usuarios por turnos. En un turno se estudia en silencio (sacro ambiente monacal) y en el otro, se recibe a niños y adolescentes y se realizan talleres y capacitaciones.
Saludos y cariños
diana
No sé como hará esta persona los trabajos, pero para hacer un trabajo (a mano, a máquina o a ordenador) hace falta bibliografía. Y donde se encuentra esta normalmente? Sea en papel o en formato electrónico, en las bibliotecas. Y en según qué casos, no se puede sacar de ellas. Hasta cuando vamos a tener que seguir explicando lo obvio, que una biblioteca no es un almacén, ni una sala de estudio, ni un mausoleo de un cementerio? Tampoco hay que ir hablando a voz de grito ni ponerse a hablar por el móvil en medio de la sala de lectura, pero hay ruídos y ruídos.
Aclaración: me refería, principalmente, a bibliotecas universitarias.
¿Por qué la gente tiene la manía de opinar sobre lo que no tiene ni p… idea? Siempre me lo he preguntado. Esta pobre se ha quedado anclada en las bibliotecas de los antiguos monasterios…
Saludos.
¡¡por no hablar de los sonidos de inicio de los dichosos portátiles!!!
http://www.youtube.com/watch?v=Mt1bgsvsWms
Entiendo el odio que generan los opositores y demás ralea (estudiantes y esas cosas), pero me temo que se está siendo poco “2.0″.
Las bibliotecas deben tener en cuenta las necesidades de todos sus usuarios. Habrá quien necesite trabajar con su portatil o que le dejen un ordenador, habrá quien necesite silencio y recogimiento para estudiar sus propios apuntes, o que necesite además obras de consulta (y recogimiento), habrá grupos que necesiten un lugar para trabajar en equipo, hablar, discutir, consultar varias obras… Habrá quien necesite (o agradezca) un sitio al aire libre donde disfrutar de lectura ligera.
Me temo que en demasiadas ocasiones achacamos a los consumidores de apuntes los problemas de espacio de nuestras bibliotecas.
Estoy con vosotras al 100%. Dónde hay que manifestarse?!?
Hola!
Soy bibliotecaria en una biblioteca universitaria de Barcelona, y cual ha sido mi sorpresa al leer el comentario “Fuera portátiles…” Tan solo decir que en las bibliotecas de la UPC (desconozco en estos momentos si en otras) hace un año se instauró un nuevo servicio con un éxito inesperado… PRÉSTAMO DE PORTÁTILES! No tengo más comentarios.
Estoy en parte de acuerdo con Álvaro, porque los problemas de espacio en nuestras bibliotecas tiene mucho que ver (igual que la mala planificación de esos espacios), pero no podemos disculpar con eso la actitud de un grupo de estudiantes muy determinado que sólo va a la biblioteca porque no tienen una sala de estudios donde estudiar. Y ahí entra también el papel de las universidades: no deberían ofrecer espacios para que quien quiera estudiar sin acudir a la biblioteca pueda hacerlo? Y también tiraría otra piedra sobre nuestro tejado: no será también que los profesionales de las bibliotecas no hemos sabido explicar a los estudiantes las funciones que cumple una biblioteca?
Cristina, las bibliotecas de la Universidad de Barcelona también ofrecen préstamo de portátiles a sus usuarios.
Indudablemente, Ferrán, hay muchos estudiantes a los que si se les habilitaran salas de estudio bien acondicionadas optarían por ellas en lugar de por las bibliotecas, pero también creo que hay innumerables estudiantes que necesitan consultas puntuales (verificar una ley, buscar una palabra en un diccionario, comprobar que una referencia es correcta) y silencio para estudiar. Supongo que es más un problema de la institución que de los estudiantes.
Seguro, si hubiera una buena planificación de los espacios, seguramente todos encontrarían su lugar y no habría quejas de este tipo.
Hola a tod@s:
Sin entrar en falsas posiciones antágónicas o dicotomías, creo que hay un detalle muy importante y que no he leido en toda la línea de comentarios:
¡¡Todavía en nuestra cultura para leer y comprender se necesita concentración!!
Me refiero al simple hecho de que un usuario que vaya a la biblioteca y solicite un libro y desee leerlo en sala, cree (y yo estoy de acuerdo), tener el derecho de hacerlo en las condiciones para las que culturalmente ha sido educado.
Seamos realistas, si tengo en mis manos “El Paradigma Integrativo-Hermenéutico de las Ciencias Sociales” o “Physical Chemistry: A molecular approach” lo mínimo que necesito es un poco de concentración, ¿o qué le debemos decir al usuario?:
“disculpa, lamentablemente para ti esta biblioteca comulga con la filosofía de la web 2.0, es decir socializamos la información solamente a través de las TIC´s, ergo priorizamos a los usuarios expertos en el uso delas tecnologías, pero no te preocupes, prontamente implementaremos un programa de AI para usuarios atrasados como tú, déjame tu mail que a través de nuestro DSI te enterarás de cuándo es….”
Respuesta: “Pero yo sólo quiero leer el libro en la sala…”
Resumiendo, ni tanto ni tan poco..
Saludos
Joseph, yo creo que nadie está diciendo que las bibliotecas deben convertirse en bare so discotecas, donde no importa el ruido, tampoco se trata de eso.
Pero lo “fuerte” aquí es que la chica de la carta al director de El Mundo, decía a viva voz que cómo e sposible que permitan el uso de portatiles en bibliotecas, que donde se vió tal cosa!.
Parece ser que otra de las tareas bibliotecarias es explicar lo obvio… en todos los sentidos.
Hay gente que como bien dice Mercè se ha quedado anclada en los monasterios…y es muy difícil hacerles entender que las bibliotecas, aunque algunos no se lo crean, avanzan más o menos o deberían avanzar al mismo ritmo que los cambios tecnológicos.
Paciencia!!!!