La frase de la semana
15 de junio, 2008 por deakialli
“Es raro encontrar a alguien que no sea adicto a algo: al trabajo, al sexo, a los gimnasios, a las drogas. Algunas adicciones cuestan plata; otras son gratuitas. La mía pertenece a la segunda de esas categorías. Soy adicto a las bibliotecas.”
Sin llegar a causarme temblores, reconozco que me entra algo de “mono” si tardo en ir a la biblio.
Dice Joaquín Rodríguez en su artículo “El destino de las bibliotecas”, publicado por Weblogs: Esta mañana me he levantado ponderando la fugacidad del tiempo, de la vida y de las bibliotecas que dejamos a nuestro paso por el mundo, como una estela o un testimonio de esa huella efímera que se irá descomponiendo poco a poco.
No es para menos, cada biblioteca personal es un sello indiscutible de la personalidad que uno se forja, esto es, la “gesticulación” individual. Es una curiosa relación -como diría Roland Barthes, en su obra El grado cero de la Escritura- entre la creación y la sociedad.
En ocasiones es difícil que los herederos miren con buena voluntad las obras que se dejan en vitrinas, libreros o entrepaños de donde uno suele tomarlos, para el enriquecimiento de la “Historia de la Escritura” y, gritar en nuestro interior ante el regocijo que nos invade al abrir tan solo nuestros libros. Es una pena dejar esos tesoros en…no sé que parte, cuando hemos sido llamados a encumbrar el sueño eterno.
Así como mono no me da peeero una sensación tranquilizante cuando entras en aquellas bibliotecas habituales o un subidón al entrar a una nueva, sí… eso sí
solo espero que no haya reuniones de “bibliotecadictos anónimos”
la verdad, es que es raro encontrar a alguien que no sea adicto a algo: al trabajo, al sexo, a los gimnasios, a las drogas, como tu bien dices. Algunas adicciones cuestan dinero cierto, pero donde queda la “satisfaccion”, el “gusto” y el “deseo”. Bueno, yo la verdad soy adicto al café Illy y no a las bibliotrecas, pero bueno, ahi os dejo un link http://www.cevending.es