Soy pirata porque la biblioteca me ha hecho así
03 de septiembre, 2012 por Catuxa
Preparando una semanita aislada del mundo, con poca de tierra de por medio y nada de conexiones wifi, 3G, cable, etc… y con la intención de no sobrecargar la maleta más allá de lo estrictamente necesario, pretendí hacer acopio de una buena selección de lecturas para entretener las noches y dias de travesía, con las que cargar el iPad, y como buena usuaria de bibliotecas intenté que éstas satisfacieran mis demandas de lecturas de información y evasión como vienen haciendo desde siempre…
El problema: la oferta de contenidos electrónicos en las bibliotecas de nuestro país sigue siendo anecdótico, testimonial, gancho… o como queramos llamarlo, por tanto o te acercas con tu e-reader a la biblioteca más próxima (suponiendo que ésta cuenta entre sus fondos con libros electrónicos) y te conformas con cargar el material que tengan (el que tengan no el que buscas) en tu lector o sólo te quedan dos opciones:
- Rascarte el bolsillo para comprar por tu cuenta el libro electrónico que estas buscando (con grandes problemas para prestarlo tras su lectura a quien te venga en gana como harías con cualquier amigo interesado en leer ese libro del que todos hablan)
- Hacer una simple búsqueda en Google por el título/títulos que buscas y en menos den 5 minutos tener al alcance de la mano todos los libros que andas buscando a texto completo
Resumiendo: ser piratilla en temas culturales en España es mucho más sencillo y rápido que mantenernos en la legalidad… Por no hablar de los muchos usuarios que las bibliotecas están perdiendo por no poder (no por no saber) satisfacer sus demandasd. Pongamos un ejemplo: las bibliotecas públicas llevan semanas recibiendo las peticiones de mujeres de todas las edades que quieren leer la trilogía que ha revolucionado el panorama literario en toda Europa y en EEUU “50 sombras de Grey y sus secuelas“, sin entrar a valorar la calidad literaria de la obra de E.L. James, ni la absurda diatriba que tan bien ha explicado Verónica Juarez de si es pertinente o no su existencia en una biblioteca la realidad es que el 99% de las usuarias se van a su casa sin el libro de las bibliotecas al encontrarse siempre prestado, un alto porcentaje decide buscarlo en la red y tras su fácil y rápida descarga descubre un mundo nuevo… y muchas pensaran “paso de ir más a la biblio, ahora que tengo e-reader es más fácil y rápido bajarme los libros por la red…” en consecuencia, un alto porcentaje de esas mujeres no vendrán más a la biblioteca, a menos qué?
A menos que la biblioteca ofrezca un valor añadido, algo más allá de prestar y devolver material demandado… pero ¿estan las bibliotecas ofreciendo algo más? ¿sabemos los bibliotecarios dar ese valor añadido? ¿la falta de respuesta de las bibliotecas ante las necesidades de los usuarios está contribuyendo a un aumento de las descargas ilegales de libros en la red?
… mi propia experiencia hace unos días ante bibliotecas llenas de libros físicos y unas docenas de electrónicos pero que obligan al usuario a desplazarse físicamente para llevarlos en préstamo… y lo sencillo e inmediato que resulta la descarga ilegal, me ha hecho valorar la gran oportunidad que las bibliotecas tienen en estos momentos para fidelizar y captar nuevos usuarios con nuevas necesidades… lo dificil es ahora ponernos a trabajar en ello.
Hay otra cuestión:
Yo no conectaría mi eReader a un ordenador público. Conecté una vez una memoria de tipo llavero y había virus; lo tuve que tirar.
Si son libros digitales, vía Internet; nunca vía ordenador no fiable.
Que pases una feliz semana.
Yo diría que soy pirata porque la industria me ha hecho así… y solo la biblioteca me puede sacar de esto
Como comentaba un día Luis Collado en una charla, el problema de las descargas ilegales está en que son una manzana madura que está al alcance de la mano, mientras que las descargas legales, son una manzana pocha que está dos mesas más allá. Obviamente no nos vamos a levantar para comer gusanos.
Y la biblioteca puede suplir ese vacío que está dejando la cobardía de la industria. Lo que me preocupa es el monopolio de unas pocas editoriales electrónicas para exprimir al máximo a las bibliotecas a la hora de negociar el acceso a recursos electrónicos
[...] Preparando una semanita aislada del mundo, con poca de tierra de por medio y nada de conexiones wifi, 3G, cable, etc… y con la intención de no sobrecargar la maleta más allá de lo estrictamente necesario, pretendí hacer acopio de una buena selección de lecturas para entretener las noches y dias de travesía, con las que cargar el iPad, y como buena usuaria de bibliotecas intenté que éstas satisfacieran mis demandas de lecturas de información y evasión como vienen haciendo desde siempre… El problema: la oferta de contenidos electrónicos en las bibliotecas de nuestro país sigue siendo anecdótico, testimonial, gancho… o como queramos llamarlo, por tanto o te acercas con tu e-reader a la biblioteca más próxima (suponiendo que ésta cuenta entre sus fondos con libros electrónicos) y te conformas con cargar el material que tengan (el que tengan no el que buscas) en tu lector o sólo te quedan dos opciones: [...] [...]
Catuxa: no he encontrado tu email por lo que te envío este enlace por este medio:
http://fabian.balearweb.net/post/111383
Trata sobre un primer vistazo a la Biblioteca Digital de Galicia. También voy escribiendo sobre otras bibliotecas digitales.
Son abundantes lo que llaman “copias digitales” de libros consistentes en fotografías sueltas de sus páginas. En la definición de la palabra “libro” es que las páginas estén encuadernadas formando un volumen, por lo que las meras fotografías sueltas de las páginas no pueden ser consideradas como libro.
Buenas vacaciones
Fabian, gracias por el chivato de tu post, y felicitaciones por el reportaje!
Sobre tu primer comentario, lo ideal sería que desde casa y desde tu propio ordenador pudieramos entrar en los catálogos de las bibliotecas y hacernos el préstamo directo de los libros electrónicos!
Lorelathur me ha encantado esa metáfora de las manzanas, yo desde luego no me voy a agachar a coger manzanas con gusanos… toda la razón del mundo.
Yo no lo veo como un problema de las bibliotecas, sino de la industria que pone trabas y precios y condiciones exagerados para algo que se lleva décadas haciendo con el libro en papel. Recordemos que, entre otras desventajas, los ebooks no se poseen como los libros físicos, sino que en la mayoría de los casos se poseen sólo los derechos de uso que no suelen ser transferibles. Yo, como bibliotecario, preferiría, si de mi dependiera, gastar los exiguos presupuestos de la biblioteca en obras que pertenecieran a la biblioteca y con el tiempo pudiera intercambiar o donar a voluntad. Con los libros físicos puedo hacerlo, con los digitales no. Y a mis usuarios les mostraría encantado cómo conseguir los libros gratis en Internet desde su casa si fuera necesario, como un servicio de referencia más. Lo importante son los usuarios.