Bebetecas: bebe qué?
05 de noviembre, 2003 por Catuxa
Según la Unesco entre las misiones de la biblioteca figuran la de “crear y consolidar los hábitos de lectura en los niños desde los primeros años”, “brindar posibilidades para el desarrollo personal creativo” y “estimular la imaginación y creatividad de niños y jóvenes“.
Los orígenes de la biblioteca infantil se remontan a París cuando en 1924 se crea “L’heure joyeuse” (la hora alegre), modelo de biblioteca infantil; con mucha luz natural en sus dependencias, colores alegres de los libros encuadernados, una chimenea ante la cual se contaban cuentos, flores sobre las mesas, mobiliario funcional y niños pertenecientes a todas las clases sociales y de todas las razas.
Pero si bien es cierto que todos hemos oído hablar de bibliotecas infantiles, no ocurre lo mismo con las bebetecas, espacios de paz donde poder establecer vínculos de afecto a través de los cuentos, y en el que la lectura sea mirar, escuchas, compartir y… (Mercé Escardó). Parece ser que la palabra proviene de la voz de Georges Curie, bebètheque, de la cual se habló largo y tendido en la 5ª CONFERENCIA EUROPEA DE LECTURA que se llevó a cabo en la Fundación Germán Sánchez Ruiperez en Julio del 1987 según cuenta Mercè Escardó i Bas y define bebeteca como: “servicio de atención especial para la pequeña infancia (de 0 a 6 años) que incluye, además de un espacio y un fondo de libros escogidos para satisfacer las necesidades de los más pequeños y de sus padres, el préstamo de estos libros, charlas periódicas sobre su uso y sobre los cuentos, asesoramiento y una atención constante por parte de los profesionales de la biblioteca hacia los usuarios“.
Entre sus características figuran que deben ser:
Según Torres (en Acercamiento al libro y desarrollo psicológico en la primera infancia. Educación y Biblioteca, 46, (1994), p. 44-47) el libro es un objeto más, que hay que ir distinguiendo desde los primeros meses, normalmente con la ayuda del adulto. Podemos comenzar con libros de tela, de plástico para el baño, de diferentes texturas o con estímulos sonoros; para más tarde aprender a pasar las hojas, e irá comprendiendo y disfrutando los comentarios del adulto.
Con todo esto está claro que los niños pueden ser usuarios de las bibliotecas desde edades muy tempranas; hoy en día son muchas las bibliotecas que crean estas pequetecas repercutiendo en una mayor aproximación y conocimiento del mundo del libro, los documentos y la información por mediación de padres, abuelos, etc
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