La biblioteca no sólo debe ser transparente sino también demostrarlo
14 de mayo, 2013 por Catuxa
Las redes sociales han permitido acercar no sólo nuestros servicios y actividades al ciudadano, sino también hacerlos partícipes de la gestión bibliotecaria, facilitándoles que intervengan en la formación de la colección, el cambio y adecuación de horarios de apertura, en el diseño y creación de nuevos servicios o en la mejora continua del día a día de la biblioteca.
La tan manida Biblioteca 2.0 en cuyos principios básicos siempre figura como algo intrínseco e inherente a toda organización 2.0 que se precie, la transparencia, encuentra en la web de Traverse Area District Library su máximo exponente de Bibliotecas y transparencia. Merece la pena ver como ofrecen una página de estadísticas que resumen de manera muy visual cómo han ido configurando la colección en todos sus soportes en el último año, usuarios de préstamo, visitantes, sesiones wifi, etc etc.
La transparencia debe servir para fomentar la discusión y el diálogo en vias de mejorar la toma de decisiones y valorar posibles cambios.El objetivo es conceder al ciudadano toda la información necesaria para que comprenda por qué las cosas se hacen de una terminada manera, por qué se toman determinadas decisiones y en que se invierte lo que ellos pagan con sus impuestos, como la libertad de expresión, es preferible el exceso que su carencia.
Como nos decía hace tiempo Nieves Gonzalez hablando del liderazgo en bibliotecas:
Transparencia en la comunicación de sus resultados y sus cuentas y por que no, de sus vulnerabilidades. Tradicionalmente estos aspectos se han ocultado para evitar convertirse en noticias no deseadas, sin embargo las bibliotecas no están predestinadas a vivir siempre, es decir, hay que demostrar que se está haciendo una buena inversión con su mantenimiento, por lo que transparentar las actuaciones, si estas se están llevando correctamente, no solo evita malinterpretaciones sino que además conseguimos que vean lo que hacemos, aunque no se haya tenido éxito. Con este modo de actuación se consiguen presupuestos estables y mayores beneficios para los usuarios.
En España encontramos pocos ejemplos de bibliotecas que ofrezcan este tipo de información más allá de publicar datos estadísticos en la memoria anual del centro. Y es que como decía Plutarco hablando de la mujer del César:
La mujer del César, no sólo debe ser decente, sino parecerlo
Y vosotros, ¿ conocéis más ejemplos de transparencia en centros de información? ¿ habéis visto en alguna ocasión alguna buena práctica que merezca la pena ser conocida por nosotros y poner en práctica en nuestros centros?
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